Segundo día después de la evidencia de la infección, en mi pueblo todavía quedan muchos supervivientes, es más, aún se ve raro ver a varios de esos infectados por aquí.
Me imagino lo que se avecinará, así que me dispongo a aprovisionarme, el centro comercial más cercano parece que ha sido saqueado, así que será un buen sitio para buscar provisiones,.
Me dispongo a salir con un machete como defensa, arranco mi cadillac sedan del 77 y me dirijo a los grandes almacenes.
Tras veinte minutos conduciendo, intentado evadir los atascos que encuentro, consigo llegar al centro comercial.
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El lugar se encuentra con una revuelta de personas que están amotinando las tiendas. Al entrar me doy cuenta de que todos los alimentos de primera necesidad están agotados, así que cojo algunas vendas, algo de pan sobrante, comida enlatada …
Con mi mochila cargada salgo del centro comercial, pero mi coche ya no está, la verdad es que mucho ha durado, teniendo en cuenta que la sociedad se esta yendo al trasto, así que me dispongo a volver a casa con mi machete alerta cuando escucho en una de las calles ruidos, veo dos zombies tras una multitud de gente, y me escondo detrás de unos bidones esperando a que pasen de largo, pero desgraciadamente uno de ellos percibe mi presencia y viene a por mi.
Salgo a correr hacia el primer lugar que veo abierto y cierro la puerta ayudándome de un mueble que se encontraba en el lugar. Tras unos minutos parece que la cosa se ha calmado y que el zombie ha proseguido su camino hacía otro humano.
Examino mi escondite y sorpresa, “¡Por fin algo de suerte!”, una tienda de armas, es lo que necesitaba.
Cojo una funda de armas y comienzo a rellenarla, se me van los ojos hacia una preciosa pistola, plateada y negra con un cargador enorme, la inspecciono y parece una pistola automática, me la llevo.
Necesitaba también un rifle, lógicamente todos los rifles estaban saqueados, solo quedaban los largos aparatosos, pero encuentro uno de gran utilidad, un M16 modelo MK-12 de tirador selecto, me lo llevo.
Cuando desplazo el mueble de la entrada para salir, me percato de que no llevo balas, así que revuelvo el lugar en busca de munición necesaria para el armamento, cuando encuentro la munición lleno el resto de la funda con las balas hasta que en esta ya no cabe más.
Salgo de la tienda armada con el machete, ya que la pistola ocasionaría mucho ruido, y llego a mi casa sin ningún percance.
Coloco el armamento en una mesa y lo vuelvo a examinar más detenidamente, “¡buen arsenal!”, me voy a la cocina y por fin un plato caliente, unas habichuelas de lata y de vuelta a la rutina, cojo el walkie y me dispongo a esperar a gente como yo, sola y decidida a quedarse en su pueblo ...
Retransmitido por radio
Frecuencia 140.2 fm
Superviviente 1087
